lunes, 16 de octubre de 2017

Desmontando el fondo de armario

Probablemente el concepto más usado al hablar de moda es el de fondo de armario.

Hoy quiero hablaros de qué es realmente y de si de verdad es útil en nuestro día a día. 


¿Qué es el fondo de armario? Una selección de prendas/complementos básicos que sólo con tenerlas en tu armario y combinarlas entre sí hacen que puedas salir airosa de cualquier apuro estilístico. 
Suelen ser la camisa blanca, el pantalón de pinza, un par de vaqueros, el vestidito negro, los tacones de salón, la blazer masculina, el jersey de cashmere...
Pero después de tener un par de blazers y otras tantas camisas blancas colgadas en mi armario y no habérmelas puesto nunca pensé que tal vez esas prendas no eran tan útiles. Al menos para alguien como yo y con mi estilo de vida. 
No porque esas prendas no me gusten, sino porque en mi día a día no me resultan cómodas ni encajan con mi trabajo y aficiones. En mi armario se repiten sin cesar las zapatillas de deporte de colores, los vaqueros pitillo, las camisetas de rayas y los vestidos con cuello de camisa. NADA que ver con lo que nos dicen las biblias de la moda.     


Pero esas prendas definen mi estilo, mi forma de ser y mi concepto de moda. No suelo comprar cosas de temporada y cuando se pone de moda algo que me gusta compro a mansalva para hacer acopio ante las modas venideras. 

¿Tiene sentido que tenga prendas que no suela usar solo porque son básicas? No. 
¿Por tenerlas voy a saber combinarlas mejor? Tampoco. 

Por eso me gustaría desmontar ese concepto de "fondo de armario universal" que tiene que ser válido para todas las mujeres, cuando lo único que tenemos en común es que cada una es un mundo en sí misma. Ojo, que si te funciona no es necesario cambiarlo. La cosa está en que cada una experimente y encuentre su propio fondo de armario. Ese que coincida con su forma de vivir, su momento actual, su presupuesto y su personalidad. Que la represente y que la haga sentirse cómoda en su piel. 
Y si eso son taconazos y falda lápiz, chapó. Y si son zapatillas y mallas de deporte, también. 



¿Qué opináis vosotras chicas? ¡No dudéis en comentar!

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