Siempre me repito al hablar de mi amado Giambattista Valli, pero es que nunca defrauda.
Para sus propuestas de Alta Costura de 2021 nos trae un intercambio cultural en el que la influencia de la capital hispalense late con fuerza.
La Alta Costura es la oportunidad perfecta para los creadores de demostrar de todo lo que son capaces: aquí no es necesario buscar la funcionalidad, aquí lo importante es la creatividad. Y esta explosión creativa viene cargada de volúmenes XXL en kilómetros de tafetán (marca de la casa), colores rotundos sobre cortes al biés y pistas a todas las culturas a las que Valli rinde homenaje entre sus costuras.
Las mantillas de tul se adornan con claveles y lazos de raso haciendo un pequeño guiño a los peinados de los 60 de mujeres como Benedetta Barzini y Marisa Berenson.
En la presentación en vídeo de la colección se mezclan un bailarín de ballet con mantillas y lunares flamencos mientras aparecen imágenes de Sevilla y se escuchan palmas de fondo.
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